creo que era un día de lluvia. estaba yendo a encontrarme con Luana. Íbamos a un centro cultural en palermo, principalmente de jazz, en el que ella tocaba a veces. Ese día no tocaba.
Llegamos y un pianista, un trompetista y un contrabajista tocaban "satin doll" de Duke Ellington, sin muchas ganas. En el escenario había también una batería, tirada a un costado.
La verdad, a mí nunca me gustó el jazz, pero sabía algo por mi viejo. Además, me gustaba mucho Luana. Era morocha, no muy alta. Bien formada, sin exagerar---------- Cuando la conocí, debía tener 19 años. Fue en la facultad. Ella estudiaba economía y yo, en ese momento, estudiaba biología. Me escapaba de las clases de física para ir a verla, porque sabía que salía a esa hora de sociología. Ella era de izquierda, y yo no estaba seguro si era anarquista o algo que todavía no se había inventado.
Todavía no lo estoy, de hecho.
A ella le gustaba mucho Pulp, oasis, smashing pumpkins, además. a mí no------mientras terminaban de tocar el pianista, el trompetista y el contrabajista, fuimos a la barra y compramos un fernet. Ella no decía nada. Yo me hacía el que miraba a otra chica.
Estuve a punto de criticar a los músicos que ya habían terminado de bajarse del escenario (por fin), pero pensé que por ahí a ella le habían gustado, y no dije nada.
Se subieron 4 pibes al escenario, uno acomodó la batería, otro enchufó una guitarra, el tercero fue al piano y el último, que observé era una chica. Hasta ese momento me la tapaba la batería casi completamente. Era rubia, con el pelo con pocos rulos y tenía la mirada perdida. Agarró un micrófono.
Perfecto...jazz cantado.
Les dí una chance pero por supuesto era horrible (más allá de mi relación particular con el jazz), y cuando dejé de prestar atención, me dí cuenta de que Luana estaba saludando a 3 chicos. Miré bien, y eran los que estaban tocando recién. Los conocía. Tal vez, hasta fueran sus amigos. Se quedó un rato charlando, yo me senté en el piso. Prendí un cigarrillo. Me lo dejé en la boca y me puse a armar un porro. Mientras fumaba el cigarrillo. Lo armé, tiré el cigarrillo y lo prendí. Ella seguía charlando con "sus amigos" (armo muy rápido, y tengo picador). Fui al baño y me quedé sin hacer nada. Me acordé de algo que tenía.
Volví, fumando el porro enorme que había armado. Me paré al lado de Luana y le ofrecí. Saludé a sus 3 compañeros de ronda. Se llamaban diego, daniel y juan cruz. No los describo porque todos eran unos pelotudos.
Giró el porro, volvió a mí, giró y alguno de los susodichos pelotudos tiró la tuca. Lo miré mal, saqué el picador, una seda y un pedazo de porro. Me puse a armar. Me senté.
Empecé a imaginarme siendo el novio de Luana. Bancándome a esos pelotudos. Bancándome el jazz. Pero ella lo valía. Era hermosa, talentosa, simpática, inteligente.
Para aclararme la mente, me prendí un cigarro. Fui a la barra y compré una cerveza. Me senté por ahí. Mientras escabiaba y fumaba, me dí cuenta de que temblaba casi imperceptiblemente, y de que tenía escalofríos. Y claro.
Entonces, volví a la mesa. Ella estaba sola. Milagrosamente, los buitres habían desaparecido. Por el momento.
Me senté, y me sentía un alien. Todo el tiempo me cuestionaba la razón por la que me gustaba Luana. Le dije
-¿todo bien?-, y ella respondió
-¿Qué te pasa?-
-nada, ¿por?
-estás raro. estás deforme
-¿deforme?-, dije yo. Ella miró para otro lado. Estábamos enfrente.
-vamos-, le dije. Me paré, le agarré la mano y me la llevé. Caminamos 5 cuadras sin rumbo y sin hablar, según me dijo ella cuando le pregunté a dónde estábamos.
-caminamos 5 cuadras por bonpland, para el lado de santa fé-dijo, y sonrió. Me sentí poseído y la besé. Ella se dejó. Me dijo te amo.
Hasta que la acompañé al colectivo, y se lo tomó, no hablamos. Cuando llegó el 152, le dije "chau", ella me besó en la boca y, se fue. A los dos días, me llamó. Me dijo que tenía algo importante que decirme.
Nos encontramos en plaza irlanda, porque ella trabajaba por ahí. Nos sentamos en el pasto. Le dije: -Tenías algo que decirme-
-sí-, te amo- dijo.
-Ya me lo dijiste-, le respondí, y ella me dijo "no me contestaste".
Agarré un papel, que había escrito el día siguiente al que fuimos al centro cultural. Yo no escribía nunca.
Ella me miraba y yo dije :-yo también-, le dí el papel y cuando ella empezó a leerlo me fui.
Era como una carta, y un ensayo a la vez.
Una vez un amigo me dijo que los esquizofrénicos eran aquellos que se corrían de los moldes y no se dejaban codificar ni programar por el sistema. Yo le dije que pensaba lo mismo que él de esa palabra, pero que no hubiera sabido explicarlo tan bien.
Me convertí en un esquizofrénico. No me enamoré nunca más.
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Ensayo sobre el amor. Para vos. Te amo Luana. Me hiciste crecer como persona.
el amor es pura ficción. es la idea que uno tiene de la otra persona. entonces. cuando uno no se siente conforme con el asunto (enamorarse de uno mismo engañándose a sí mismo), se vuelve inmune al amor. No hay persona perfecta o que pueda conmoverte. El amor es ficticio, la felicidad que ofrece es ficticia. Distrae, favorece el conformismo. Nos pone pelotudos, estemos felices o tristes.
el amor debe haber sido una justificación para el pecado original, es lo que me imagino yo. Imagino la necesidad de asociar un concepto que nos ate a la privacidad y a una sola persona (pareja, matrimonio) con la procreación. Peco de ignorante para hacer un análisis minucioso de la evolución del amor, o la sexualidad, al estilo foucault. Tampoco leí su libro (otros de él, sí).
pero si lo que imagino es cierto todos somos más esclavos y conservadores de lo que creemos.
se puede decir que inventé la literatura lo-fi ?
ResponderEliminarsurreal e incoherente, pero sin querer.
ResponderEliminarSatin Doll es un tema de mierda.
ResponderEliminarni idea lo busqué en wikipedia. no me gusta el jazz.
ResponderEliminarSatin Doll es un temazo...pero esta buenísimo esto.
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